DIA 12

ALBUM DIA 12

DIA 12                                                                                                27-10-2011

Segundo día en Anantapur, en la FVF, y segundo de emociones disparadas, sentimientos a flor de piel, y un sinfín de sensaciones que te impiden ser consciente de todo lo que estás viviendo.

Empezamos el día a las siete y media, y nos dirigimos hacia la casa-oficina del Jefe de Distrito del área donde están los proyectos que tienen previsto enseñarnos.

El pueblo al  que nos dirigimos está a más bastantes más de cien kilómetros, pero por fin encontramos una autopista, que nos aliviará el  trayecto. Sigue sin ser como las de allí, pero el asfalto es bueno, y solo los kilómetros finales los hacemos por carreteras peores y caminos sin asfaltar para llegar a pueblos  donde se encuentran los proyectos.

El responsable del distrito nos recibe con una sonrisa de oreja a oreja, y encantado con nuestra visita. Nos dan un tremendo desayuno, en el que no pueden faltar un huevo al plancha, chapati (parecido al frisuelo, pero sin azúcar), mermelada, pan de  molde, y como no, te con leche azucarado buenísimo.

Nos enseña un papel con las visitas que nos tiene previstas, y ni los políticos en campaña, visitan tanto pueblos.

Lo primero es ver a Vishnu, el apadrinado de Rocío,  visita ineludible. Antes de ir a la casa, nos vamos de compras para llevar regalos. Es Marcos el que los hace y con la ayuda de la traductora, compra ropa para toda la familia, padre, madre, Vishnu y el hermano. Todo por menos de lo que nos gastamos nosotros en una camiseta en Gijón.

Yo me compro un shari, para mi.

Ahora empieza lo bueno, llegamos a la casa del niño, es un pueblo pequeño y todo el mundo sale a recibirnos, nos están esperando,es una fiesta.

Nos reciben con collares de flores, saludos, sonrisas, y nos invitan a su casa. En el exterior sentados sobre una alfombra, Marcos les entrega los regalos, y aunque Vishnu es un niño muy serio, enseguida le saca una sonrisa. A parte de la ropa, les da una linterna que no necesita pilas, balones de futbol, que hinchamos allí, globos, para hacer figuras, y bombas para hincharlos, todo pequeñas cosas que lo disfrutaban tanto los niños como los adultos el pueblo.

Nos enseñan la casa, poco mas de 20 metros divididos en dos huecos sin ningún mueble, y una cocina en otro hueco exterior, de unos 8 metros. Estaban encantados con vivir a techo, sin goteras.

Llega el momento de la despedida, después de aproximadamente una hora. Saludos, besos, agradecimientos, y cuando ya estábamos en el coche, nos traen lo que yo pensé que eran galletas caseras envueltas en el plástico de unas de las compradas en tienda. Pero no, realmente te habían gastado, probablemente el dinero de una semana de sueldo, o se habían guardado las que les hubieran dado a ellos para regalárnoslas a nosotros. En ese momento y viendo los medios que tienen, hay que darse cuenta de lo agradecidos que son esta gente, y su generosidad. Es difícil, más bien imposible, aunque lo intentamos, controlar las lágrimas, y son nuestros guías los que nos tranquilizan a nosotros, mientras a través de las ventanillas todos nos miran extrañados.

De casa de Vishnu, empezamos un periplo, por un montón de proyectos, que no extendiéndome mucho os voy a mencionar, y seguro que se me pasa alguno. En todos los pueblos el recibimiento es del pueblo al completo, con collares de florecí en muchos casos cocos abiertos para que podamos beber.

Visitamos una plantación de árboles frutales,  con riego por goteo, explotada por una familia y que evitan el derroche de agua de otras formas de riego.

Después en otro pueblo la escuela de música, donde aprenden a tocar los bombos, y que ocupa a los jóvenes, que no tienen otras ocupaciones, y que les aporta ingresos actuando en otros pueblos en 30 kilómetros a la redonda. Hacemos una ofrenda a la figura de Vicente Ferrer, prendiendo  unas velas y rompiendo un coco en su honor. Su imagen  está presente en todos los pueblos y en cualquier  rincón.

También hacemos entrega de posiblemente la primera tanda de carnets de conducir obtenidos a través de un proyecto.

Presidimos una mesa con todo el pueblo a nuestro alrededor, y aquí, como en todos los pueblos sobre los que actúa la Fundación, las mujeres están sentadas delante, y los hombres  detrás, cosa que no pasa en la mayor parte de la India.

Las mujeres  se organizan en Shanga, grupos que se reúnen para pensar un proyecto con el que poder obtener ingresos, reúnen dinero pidiendo microcréditos, y  los echan a andar devolviendo con las ganancias el dinero pedido. Así enseñan, por ejemplo, a las jóvenes a coser, están hacen ropa, o bolsas de tela, como las que pudimos ver hoy en otro pequeño taller  y que compramos. Tuvimos que hacernos los ofendidos, para que no nos  las regalasen, diciéndoles que había sido un capricho nuestro, y que eso no se podía regalar. No nos querían coger el dinero, y después de insistir con 25 rupias les parecía bastante, les dimos 100 y les dijimos que para el material del taller.

De aquí a otro pueblo a una colonia de casas de la Fundación, a una escuela de niños sin acabar, pero en la que asisten a clase, de aquí a un pequeño embalse de agua apunto de ser terminado, de aquí a otra escuela en otro pueblo, esta si ya acabada  y de aquí a un vivero de árboles, que se reparten por los distintos pueblos.

Como veis el día ha sido movidito, desde las siete y media de la mañana, hasta las ocho y media , ya de noche.

Cansados, pero cargados de imágenes en nuestras cámaras, pero sobre todo en nuestras cabezas, llegamos al campamento donde compartimos lo visto con los compañeros y nos vamos a cenar a la cantina, eso si después de poner una lavadorada de ropa.

Ahora Marcos ya duerme,  y yo aprovecho para acabar estas líneas.

Besos para tod@s y espero que os  podáis hacer una idea de lo que estamos viviendo.

Carpe Diem…